top of page

“El MEMO DEL LUNES” 
Un pensamiento devocional de una página.  

Buscar
  • Foto del escritorGlen Pitts

CELEBRANDO EL PROGRESO

Hay momentos en que somos nuestro peor crítico. No nos damos el crédito que merecemos. Una de estas áreas es el progreso.

Rara vez celebramos el progreso porque rara vez nos tomamos el tiempo para reconocerlo. Todo progreso es relativo. La vara de medir es diferente para cada persona. Para una persona discapacitada, el progreso se mide de una manera. Para una persona sana, el progreso se mide de manera diferente. Y entre esas diversas categorías, hay un número incalculable de circunstancias únicas que hacen relativo todo progreso. El progreso para ti puede parecer muy diferente al progreso para mí.


Se dice que un caracol de jardín alcanza una velocidad media de 0,048 kilómetros por hora, mientras que un guepardo puede correr a 128 kilómetros por hora. Enormemente diferente. Ambos son creación de Dios y tanto para el caracol como para el guepardo la realidad es que el progreso es progreso. Incluso los pequeños avances siguen siendo avances que deben ser reconocidos.


Se dice que “la comparación es la ladrona de la alegría”, y es cierto. Es fácil desanimarse por los propios éxitos porque a menudo parecen insignificantes en comparación con los de otra persona. La Biblia nos exhorta a: “Haz bien tu propio trabajo y entonces tendrás algo de qué enorgullecerte. Pero no te compares con los demás. Cada uno de nosotros debe llevar su propia carga”. (Gálatas 6:4-5 NVI) La clave es vivir tu propia vida. Ser la persona plena que Dios quiso que fueras. Deja de compararte con los demás. Cada uno de nosotros tenemos nuestro propio viaje.


¿Cuánto tiempo ha pasado desde que te detuviste a evaluar tu propio progreso y a darte crédito por los avances que has logrado en diversas áreas de tu vida? Quizás sea en el área de ser menos crítico con los demás. O pasar más tiempo a solas con Jesús. O comer mejor. O ser más positivo y agradecido. ¡Celebra tu progreso!


Un día un intérprete de la ley le preguntó a Jesús: “¿Cuál es el mandamiento más importante de la ley?” Jesús respondió: “El mandamiento más grande de la ley es amar al Señor tu Dios con todo tu corazón, alma, mente y fuerzas. Y el segundo es similar. Debes amar a tu prójimo como te amas a ti mismo”. (Marcos 12:28-31)   Jesús nos dio permiso para “amarnos a nosotros mismos”. De hecho, nunca podremos amar plenamente a Dios y a los demás hasta que hayamos aprendido a amarnos y apreciarnos a nosotros mismos como una de las obras maestras de Dios.


Entonces, ya sea que compares tu progreso con el de un caracol o un guepardo, los pequeños avances siguen siendo avances y deben celebrarse.


“El maestro dijo: 'Bien hecho, mi buen y fiel siervo. Has sido fiel en el manejo de esta pequeña cantidad, por eso ahora te daré muchas más responsabilidades. ¡Celebremos juntos!" (Mateo 25:23 NTV)


Sea bendito mi amigo.

Glen (Pitts)

El Grupo Barnabas / Mucho Amor


Personas celebrando el progreso

6 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page