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“El MEMO DEL LUNES” 
Un pensamiento devocional de una página.  

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  • Foto del escritorGlen Pitts

EL “WHO-WHO” Y EL RITUAL DE REGALAR

“Los obsequios se han convertido en una parte tan importante de nuestra estructura social que se han convertido en una rutina ritualizada”, afirma John Mori. Sin embargo, de vez en cuando recibes un regalo que te devuelve la comprensión del dar y recibir auténtico. Tal fue el caso de John Mori, asociado con el Museo de Vancouver.

 

De la nada, un regalo único apareció en su puerta. Era de Harry Kakinuma, un conocido escultor y profesor canadiense que fomentaba el amor por las artes en sus alumnos.


Kakinuma había recibido el encargo de un monasterio de la Colombia Británica de realizar un escultor de cerámica de dos monjas. Tras finalizar su obra, el monasterio rechazó la pieza que mostraba a dos monjas abrazadas contra una tormenta. Después de estar sentado durante años acumulando polvo en su estudio, decidió enviárselo como regalo a John Mori. Mori se sorprendió al recibirlo. La escultura de cerámica medía aproximadamente 2 ½ pies de alto y pesaba alrededor de 53 libras. Como a Mori le parecía un búho, lo llamó "Who-Who".


Años más tarde, el Museo de Vancouver preparaba una muestra sobre la obra de Kakinuma. Mori los llamó para mencionarles que tenía una pieza del trabajo de Kakinuma que podían tomar prestada. Resultó que el director del museo pensó que esta pieza se había perdido. No había constancia de dónde estaba. “Who-Who” se convirtió en una parte preciada de la exhibición y obtuvo un lugar privilegiado en la exposición.


Lamentablemente, poco tiempo después de que “Who-Who” regresara al jardín de Mori, llegó la noticia de la muerte de Harry Kakinuma. Mori comentó: “Me acordé de algo que Harry había entendido mucho antes que yo: que nunca se poseen verdaderos dones. Cuidas de ellos hasta que llegue el momento y el lugar para que sigan adelante. Fue maravilloso que su don pudiera llegar a las personas que mejor lo conocían”.

¡Nosotros tampoco somos nuestros! Somos creaciones de Dios. La vida es un regalo de Él. Seguimos siendo de su propiedad aunque lo olvidemos con frecuencia. El Salmo 24:1 nos dice: “La tierra y todo lo que hay en ella pertenece al Señor. El mundo y su gente le pertenecen”.


“Se te ha confiado un tesoro maravilloso. Guárdalo con la ayuda del Espíritu Santo, que vive en ti”. (II Timoteo 1:14 CEV)  Somos simplemente custodios de la propiedad de Dios, encargados y responsables de cuidarla y usarla de acuerdo con Su propósito planeado hasta, como dice Mori, el momento determinado en que ella también debe "seguir adelante" para regresar al Uno que lo posee y lo conoce mejor. (I Corintios 6:19-20)


Sea bendito mi amigo.

Glen (Pitts)

El Grupo Barnabas / Mucho Amor




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